El Agua Siempre Gana

Todas las fotos por TJ Kearns

Cualquiera puede hacer un sendero. Toma algunas herramientas, mueve algo de tierra y repite. Es un trabajo sencillo repleto de sutiles reglas. Si sigues esas reglas, hacer un nuevo sendero es como presenciar algo cobrando vida: una franja de tierra fresca emergiendo del suelo del bosque, un sinuoso metro tras otro, estático, pero de alguna manera emanando una sensación de movimiento. Si ignoras esas reglas, habrá consecuencias.

Pasé buena parte del invierno de 2001 paleando mi primer sendero de mountain bike. Encontré un filo y me imaginé derrapando por toda su extensión, tomando curvas y levitando sobre los saltos. Día a día le fui dando forma a la tierra, conectando una característica con la siguiente—salto, curva, salto, caída—en un esfuerzo que desafiara las curvas de nivel de mi mapa. Una vez finalizado, invité al experto local en construcción de senderos para que le echara un vistazo. Mientras caminábamos por mi nueva creación, él se mantenía en silencio. “¿Qué opinas?”, pregunté.

“¿Quieres honestidad total?”, me dijo. “Es completa basura, compadre”. Quedé destruido.

Seguimos caminando y él me bombardeaba con preguntas: “¿Qué inclinación tiene esta sección?”, “¿dónde están tus cambios de inclinación?”, “¿por dónde drena el agua del sendero?”. No tenía respuestas. Había construido una pesadilla poco sustentable y condenada a sufrir por la erosión.

“No puedes engañar al agua, compa”, dijo. “El agua siempre gana”.

Mi primer sendero, el resultado de sangre, sudor y un montón de callos, fue un fracaso. No había seguido las reglas básicas. Y lo que es aún más importante, había fallado en comprender las implicancias de no seguir dichas reglas. Mi “sendero” estaba destinado a ser una zanja.

El experto me tomó como aprendiz de todas maneras. Aprendí los métodos antiguos, las técnicas heredadas de los constructores del Cuerpo de Conservación Civil de la década de 1930. Ellos combinaban el propósito que tenía el sendero con un respeto artístico por la tierra, usando una escala medida en siglos en lugar de décadas. Ellos acomodaban los escalones de roca no para facilitar la llegada a la cima, sino para proteger el frágil suelo de las innumerables pisadas. Aprendí cómo medir la pendiente con una botella de agua; cómo apilar rocas para formar muros que duren por generaciones; cómo seguir la colina con mis ojos e identificar a dónde quiere el paisaje que vaya el sendero. Comencé a alinear mis senderos a lo largo de las curvas de nivel del mapa, no en contra.

En 2019, me paré al final de mi último sendero y recapitulé todo lo que había aprendido. Los destellos dorados en el suelo bailaban a lo largo de cada contorno, avanzando por la pendiente con un ritmo delicado que invitaba al movimiento y manejaba el agua adecuadamente. Las paredes de roca rodeaban el borde de la colina, elevando el camino en una serie de curvas en peralte que le darán a los ciclistas un momento de ingravidez y que ocultan los desagües subterráneos que van por debajo. Es posible que los veteranos no hubieran entendido el deseo de esas sensaciones, pero agradecerían la atención a las reglas.

A lo largo de las décadas transcurridas desde mi primera lección, he aprendido que si prestas atención el sendero te guiará. Ten en cuenta las reglas, pero, lo que es más importante, escucha al paisaje. Un constructor crea un sendero, pero la naturaleza decide si permanece intacto. Si nutres esta relación le darás vida a una porción de tierra. Ignórala, y bueno… no podrás engañar al agua y la naturaleza siempre ganará.

Construcción de Senderos 101: Una Guía y un Glosario

No importa cómo sea transitado, un sendero es una de las formas más básicas en las que nos conectamos con el entorno natural.  Desde un punto de vista recreativo, estas líneas de tierra pueden ser el camino a la aventura o la aventura en sí misma. Desde la perspectiva de un administrador de tierras, son herramientas para organizar a los usuarios sobre un recurso natural.

Impactamos un sendero con nuestros pies y neumáticos. Los impactos parecen menores a nivel individual—un poco de tierra suelta por aquí y por allá—pero esa tierra suelta, con el tiempo, sucumbe ante las fuerzas de la gravedad y del agua. Cientos de personas acelerarán exponencialmente el proceso de erosión.

Pero alguien repara los senderos, ¿verdad? En las tierras públicas, las agencias federales y estatales, usualmente responsables de aquello, generalmente carecen de personal, recursos y están sobreexigidas, lo que significa que el mantenimiento de senderos se hunde al final de la lista de prioridades. En estos casos, si alguien va a tomar una herramienta y arreglar un sendero deteriorado, es probable que sea un voluntario. Y ese voluntario probablemente será miembro de una de las organizaciones de gestión de senderos que se han formado para asumir la acumulación de “mantenimiento postergado”.

Por mucho tiempo, agencias como el Servicio Forestal de los Estados Unidos han usado sistemas como el programa “Adopta un Sendero” para permitir que voluntarios lleven a cabo tareas de mantenimiento. Casi todos los senderos están asociados a una organización que está a solo una búsqueda en internet de distancia. Ahora es un buen momento para invertir un poco de sudor y contribuir a arreglar los senderos en los que amas andar.

Entonces, ¿cómo es que un individuo puede hacer una diferencia? Hay varios caminos para aportar a la gestión:

• Se voluntario en una jornada de trabajo local. No hay mejor manera para comenzar que unirse a un grupo de trabajo y conocer a otras personas apasionadas por los senderos. Es una estupenda oportunidad para empezar a aprender lo básico sobre la construcción de senderos.
• La membresía importa.Únete a tu organización local por los senderos. Conoce a personas con ideas afines que se involucran en la defensa y el cuidado de senderos. Al aumentar su membresía, los clubes de senderos locales tienen más influencia al coordinar con agencias gubernamentales y otros administradores de tierras sobre la construcción de nuevos sistemas de senderos, mantenimiento o el crecimiento de los sistemas existentes.
• Conoce tus senderos. Cada región tiene sus propios problemas y dificultades con los senderos, así que infórmate sobre el estado de los sistemas de senderos en tu área. Averigua qué desafíos enfrenta el club local y qué recursos se necesitan para superarlos.
• Aprende sobre las reglas.Hay maneras correctas e incorrectas de construir un sendero. Afortunadamente hay gran variedad de fuentes para evitar las últimas. La Asociación Internacional de Mountain Bike (IMBA por si sigla en inglés) ha desarrollado las reglas de oro para la construcción de senderos y su libro, Trail Solutions: IMBA’s Guide to Building Sweet Singletrack, es un excelente punto de partida.
• Cava hondo. Para aquellos interesados en una visión más avanzada, completa y profunda de la construcción y gestión de senderos, pueden revisar los Lineamientos para Tener Experiencias de Calidad en los Senderos, una colaboración entre la IMBA y la Oficina de Administración de Tierras. Para aprender aún más, puedes tomar un curso on-line con Trail Solutions, de IMBA.
• Obtén permiso. La regla principal para cualquier trabajo de senderos es obtener el permiso del administrador de la tierra. Hacer esto asegura una relación saludable entre los que prestan servicio al sendero y los responsables de la tierra sobre la que se construyen los senderos.
• Respeta la tierra. Muchas áreas tienen un valor cultural o medioambiental que va más allá de la recreación. Investiga sobre la historia y los pueblos indígenas de esas tierras y respeta los lazos culturales que las tribus puedan tener con ella. Pregúntale al administrador si hay hábitats o especies sensibles y evita pedalear o construir en esas áreas. La recreación es un privilegio, no un derecho, y el privilegio se gana.

Glosario de Características del Sendero

En un sendero bien construido, cada metro sirve para tres funciones: entregar al usuario una experiencia específica, proteger un recurso natural y manejar las fuerzas del agua y la gravedad. Eso es mucho pedir para un camino de tierra. Los constructores usan una variedad de técnicas para hacer que un sendero funcione apropiadamente, fíjate en estas características la próxima vez que pedalees en tu sendero favorito.